¿Porque los niños mienten? Cómo detectarlo y corregirlo adecuadamente

Dependiendo del nivel de madurez del niño, antes de los 6 años, es común que fabulen sobre las cosas, más en virtud de su gran fantasía, que de una intencionalidad para mentir. Pero luego de los 6 años, los niños tienen suficiente conciencia de que mentir no está bien, por lo que la mentira es voluntaria.

Señales de la mentira:

  1. Se muestra inquieto, nervioso y evita mirar a los ojos

  2. Reafirma con evidente ansiedad la versión que eligió, utilizando muchas veces, frases como “te lo juro”, “es cierto”, etc.

  3. Repite con detalles el relato varias veces

  4. Busca coartadas o testigos incomprobables, te dice: “pregúntale a tal o cual” abundando en pruebas que no les has pedido.

Por qué elige la mentira:

  1. Porque así no es castigado, si culpa a otro, o dice que fue un accidente, no deberá hacerse responsable por su acción.

  2. Porque consigue lo que desea, si varias veces ha comprobado que al mentir logra su objetivo, para él es una estrategia exitosa.

  3. Porque se siente más fuerte de esa manera, cuando no tiene una buena autoestima, y está desconforme con su desempeño, mentirá para compensarlo.

Qué hacer si sabemos que miente:

  • no simules creerle, eso reforzará su conducta.
  • dale la oportunidad de decir la verdad, advirtiéndole que tú sabes cómo son las cosas en realidad.
  • cada vez que mienta debe ser castigado de alguna manera, ya sea evitando que use sus dispositivos, o que vaya a un cumpleaños, o con tarea extra en el hogar.
  • luego del castigo, es bueno hablar sobre las virtudes de la verdad, sobre las consecuencias de que los demás no le crean y no confíen en su palabra.

La verdad es una condición importante para la relación del niño con el mundo, y lo es en muchos sentidos. Decir la verdad aunque no le convenga ni le favorezca, le permite madurar correctamente. Sólo se corrigen los errores que pueden aceptarse y la mentira es la manera de ocultarlos, incluso ante sus propios ojos. El niño, y más aún el adulto, que miente, debe comenzar por engañarse a sí mismo, porque de otra manera, no podría montar el pequeño espectáculo de la mentira.

El mejor crédito que tenemos en la vida, es la confiabilidad frente a los demás. Revisa tus propias actitudes, si le has mentido a tu hijo, si le has prometido cosas que sabes que no cumplirás, sólo para que se calme o no moleste. Recuerda si te ha escuchado mentir a otros adultos, o a sus hermanos, por ejemplo si sueles decir:  ”no le digas a…. que ocurrió esto o que hice aquello”.

Los niños están más atentos a lo que haces, de lo que tú querrías, son como pequeñas esponjitas que absorben de ti tus conductas, tus  maneras de responder ante la vida. Tal vez ni te diste cuenta, pero puedes haber sido el mejor ejemplo de cómo se miente con eficiencia. Entonces, comencemos por hacer honor a la verdad, corregir el hábito fácil de dar falsas versiones de las cosas. Porque puede parecer que está jugando, que no comprende o que no presta atención, pero tu hijo está registrándote a cada segundo. ¡Vaya responsabilidad!

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