Luego de años de investigación, no hay un acuerdo sobre las razones de esta enfermedad, se conocen posibles y variadas causas para que se desencadene, luego de nombrarlas, intentaremos ir un poco más allá, cruzando los límites de la ciencia médica tradicional occidental.
Las causas posibles son:
1- Aumento de la sustancia P: se encuentra triplicada en las personas afectadas, esta sustancia es la que permite percibir y procesar el dolor.
2- Alteración onírica: se observa que las personas que no consiguen el nivel 4 de sueño, que duermen poco, tienen un sueño muy liviano, son candidatas a sufrir fibromialgia. Algunos consideran que esta es una consecuencia y no una causa de la fibromialgia, pero no puede dilucidarse con claridad qué es primero.
3- Enfermedades autoinmunes: especialmente relacionadas con la tiroides, lupus, síndrome de Hashimotto, artritis reumatoidea y otras.
4- Acidosis: la alimentación excesivamente acidificante, puede determinar la aparición de esta enfermedad, lo que podría contrarestarse con una alimentación alcalina.
5- Trauma psicoemocional y estrés: haber pasado por situaciones extremadamente estresantes, de forma ocasional o sostener un nivel de estrés permanente que altera el sistema nervioso, puede disparar la hipersensibilidad y el aumento de la percepción dolorosa.
En este intento por determinar los causales, a veces puede perderse de vista el conjunto, ya que en el paisaje global, hay mayor comprensión de las razones para esta difusa enfermedad, que parece escurrirse cuando intentamos definirla.
La forma de vida que hemos escogido como humanos urbanos, nos expone a una serie de factores, que creemos manejar fácilmente, pero con el correr de los años, podemos comprobar que no somos tan fuertes como imaginamos, y que el sistema que hemos generado y considerado “eficiente”, se ha vuelto en nuestra contra. Nos sometemos diariamente a una serie de tensiones, a una forma de supervivencia feroz, que no nos da respiro. No solo es mucha actividad, no se trata de las muchas ocupaciones, es posible que estemos sometiéndonos a una constante postergación de nosotros mismos.
La fibromialgia es algo más que una enfermedad, ya sea física o psicosomática, es una manera de percibir la realidad, es una forma de cristalizar las experiencias que se viven. Las personas afectadas suelen reducir su actividad, aislarse, tomar psicofármacos para dormir mejor y analgésicos para reducir el dolor, que se generaliza en el cuerpo, con algunos focos álgidos mayores.La persona misma se cristaliza.
Prestando atención, se hace obvia la verdadera raíz de esta enfermedad: la realidad que elegimos vivir, puede ser dolorosa… es que: tal vez nos está superando, tal vez hemos perdido el control, tal vez nos olvidamos de nuestros sueños o los postergamos demasiado.
Nuestro ser interior grita por nosotros, a través de nuestro cuerpo, él siente el dolor del silencio, porque acallamos nuestra voz y nos ocupamos solamente de adaptarnos, integrarnos, ser aceptados, y para eso hacemos todo lo que esté a nuestro alcance.
Pero no estamos verdaderamente adaptados a la sociedad, al entorno, si una parte de nuestro interior se amordaza, se limita y jamás puede expresar su poder. De todas las enfermedades, la fibromialgia parece ser la más evidente forma de mostrar nuestras emociones a través del cuerpo. Es una manera de llorar en silencio, que adquieren nuestras células.
Puedo enumerar algunas substancias que mejoran los síntomas, tales como: el magnesio, la coenzima Q10, la lecitina de soja, el ácido málico (manzanas), las Vitaminas A, E y C, flavonoides y enzimas proteolíticas, y por supuesto una alimentación alcalina basada en frutas, verduras y carnes de pescado, conejo, aves, etc.
Pero creo que tomar el control y recuperar el poder sobre la propia vida, reflejando más lo que somos que lo que el medio espera que seamos, esa podría ser la mejor medicación y seguramente no habrá médicos que la receten.
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