Pese a estar a unos cinco minutos andando de la Puerta de Zamora, el Barrio del Oeste nunca estuvo en el foco de turistas o visitantes. Hasta ahora. Sus más de quinientas puertas de garaje lo han convertido en el lienzo perfecto, en un burbujeante proyecto a pie de calle, una Galería Urbana donde podemos toparnos con un Geppetto gigante, un surfero fumándose un clavel o una colorida ciudad utópica.
«El Arte Urbano en el Barrio del Oeste ha creado otra realidad, otro barrio, más artístico, más cultural, arte a pie de calle, a pie de vida; donde los lienzos son puertas de garajes, trapas de comercios, muros, paredes medianeras, mobiliario urbano», explica Inma Cid presidenta de la asociación vecinal ZOES.
Barrio del Oeste en Salamanca Turismo Arquitectonico
El proyecto Galería Urbana nació gracias a María Crisóstomo y a Elena Gómez, fundadoras del colectivo Lemarte y licenciadas en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca, y al impulso de ZOES. “En Salamanca existe facultad de Bellas Artes, Escuela de Arte… pero no se nota; no hay actividades que creen un movimiento artístico a no ser que los estudiantes tengan un poco de iniciativa» -explican desde Lemarte- “y eso hicimos, pensar en algo que involucrara a todo el mundo pero sobre todo que fuera una oportunidad y una experiencia para jóvenes artistas estudiantes como nosotras”.
Cómo funciona esta Galería Urbana? En primer lugar se organiza un concurso (este año es la tercera convocatoria) para dar oportunidades a jóvenes artistas entre 18 y 30 años. Lemarte son las encargadas de coordinar la parte artística: “nos mandan sus bocetos, hacemos selección dependiendo del número de garajes del que dispongamos, la calidad, la originalidad y la técnica y se pintan todos a la vez durante tres días, a principios de junio, una vez cada año”.
El Barrio del Oeste conquista. «Cada día viene más gente a visitar las pinturas, a pasear por las calles, a tomar algo, los estudiantes están deseosos de alquilar piso por la zona… -recalcan desde Lemarte- «los comercios y la hostelería también han notado el crecimiento, las calles están más limpias, las paredes recién pintadas (aunque todavía queda mucho) pero aparte de pintar los garajes lo que hacemos es adecentar las paredes de alrededor». Para Inma Cid “la aceptación está siendo muy positiva y está generando autoestima colectiva en los vecinos”.
El arte no sólo está transformando las estética del barrio, también las propuestas culturales cuyo epicentro está en la Plaza del Oeste, en una antigua carnicería reconvertida en centro-cultural-bar-sala-de-conciertos-cooworking. En octubre de 2014, tras cortar una ristra de salchichas, el edificio que entre 1943 y 2005 albergó una carnicería y ultramarinos pasó a ser La Salchichería.
Cuatro plantas en las que se ha conservado el logotipo original, la puerta de cámara frigorífica, la barra de mármol del antiguo mostrador y los suelos hidráulicos de colores del primer piso.
“El hueco del ascensor es un espacio de luz que mantiene el forjado y donde hacemos intervenciones artísticas -explica Pepe Lomo, fundador de La Salchichería- como el festival de música El hueco del ascensor, ¡el público ve el concierto desde las escaleras!”.
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