Los aspectos evolutivos del hombre a lo largo de la historia – (Australopithecus bahrelghazali)

Nos acercamos a los 3 millones de años de historia antepasada, donde nuestros amigos Australopithecus luchan por adaptarse a un entorno que no le es del todo provisto, pero esta vez avanzamos en el camino evolutivo de una especie particular, aunque adjetivamente podríamos considerarlo como un caso controversial.

Desde un comienzo se consideró que la cuna de la evolución humana tuvo lugar al Este de África, en el lado oriental del “Gran Valle del Rift”, una falla geológica que dejó aislados a los simios que posteriormente emprenderían el camino evolutivo que los llevaría a ser bípedos. Cediendo a la presión de las fuerzas telúricas, el continente africano se parte en dos, dando una configuración geográfica provista de cadenas montañosas que impiden el paso de las lluvias hacia el Este del continente, este accidente natural provoca sequías que dan como resultado escasez de vegetación, el alimento típico de los primates.Así es como lo plantea la teoría de la “East Side Story” (Yves Coppens), que a causa de los hallazgos de Australopithecus bahrelghazali se contraponen los argumentos que dicha teoría propone.

En el año 1995, Michel Brunet encontró enBahr el Ghazal, Koro Toro, Chad, restos fósiles de lo que parecía ser un Australopithecus, una mandíbula con siete dientes, datados en un promedio de 3,4 millones de años. Aunque los hallazgos no fueron lo suficientemente numerosos como para determinar con precisión frente a qué especie se estaba, los restos óseos muestran características diferentes a su común antepasado anamensis y semejanzas a su predecesor afarensis, sin embargo en un principio se le denominó Australopithecus cff. afarensis, aunque los posteriores estudios y diferencias significativas llevaron a la conclusión de que se estaba frente a una especie diferente.

Abel, nombre informal con el cual fue bautizado bahrelghazali, posee un conjunto de particularidades que lo distinguen del resto de Australopithecus, entre ellas se encuentran:

La presencia de un menor prognatismo. Una sínfisis vertical con ausencia de torus, similar a la mandíbula del género Homo. La sección anterior del mentón es casi vertical, además de tener una arcada dental más ancha, corta y parabólica, mientras que la mandíbula es menos robusta que en africanus, sus dientes anteriores se diferencian también en que son más pequeños.

La dentición en sí, posee un grueso esmalte con evidencias de un uso intensivo de los molares, los caninos e incisivos tienen raíces y coronas grandes. El tercer premolar tiene tres raíces, este hecho lo diferencia claramente de afarensis, sumado al hecho de que la forma mandibular es distinta en ambas especies.

Según Julia Lee-Thorp y los análisis con radioisótopos, Abel vivía en zonas abiertas provistas de vegetación tropical, en donde habitaban animales que acostumbraban a pastorear y se concluye que la alimentación de Abel consistía en pastos secos y juncos.

Pero el principal problema lo plantea la ubicación geográfica de su hallazgo, que en cierto modo confunde a los estudiosos y abre la posibilidad a nuevos matices que pueden reformular la teoría del “East Side Story”. Algunos aportes sugieren que hay una relación con Kenyanthropus por causa de su similitud de ortognatismo (Spoor), mientras que otros piensan en que afarensis fue lo suficientemente audaz como para llegar a Chad valiéndose de episodios húmedos (Josephine C.A. Joordens).

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