Detrás de los fallos de memoria o actos fallidos hay una explicación lógica para entender por qué olvidamos algunas cosas con tanta facilidad. En el siguiente artículo mencionaremos cinco de los errores de memoria más comunes que todos cometemos.
El complejo universo de la mente es capaz de producir una serie de imprecisiones que se ponen de manifiesto de manera contraria a la intención consciente del sujeto. Estas operaciones fallidas se presentan ocasionalmente como parte de la vida cotidiana y las relaciones sociales.
Así por ejemplo, nuestra mente puede divagar hasta el punto de no saber cómo terminamos en un lugar diferente. Felizmente todo tiene una razón de ser, y para explicar por qué suceden estas distorsiones de la memoria, aquí te presentamos cinco de los errores involuntarios más comunes de la mente.
Cinco actos fallidos de la mente
#1 – “¿De dónde te conozco?”
Cuando un rostro te resulta familiar pero no recuerdas el nombre de la persona o el lugar dónde se conocieron, tenemos una prueba irrefutable que toda la información percibida, por más insignificante o pasajera que sea, permanece almacenada en la mente.
Esta primera distorsión de la memoria es conocida como la “paramnesia”, término introducido por el alemán Emil Kraepelin, fundador de la psiquiatría moderna. La paramnesia no es otra cosa que el reconocimiento sin recuerdo y la incapacidad para ubicar a una persona.
Por otro lado, el psicoanalista Sigmund Freud sostenía que este tipo de actos fallidos eran frutos de traiciones del inconsciente o deseos ocultos. ¿Qué les parece?
2. – “¿Cómo terminé aquí?”
¿Te ha pasado que caminas por la calle y terminas en el lugar incorrecto? ¿Cómo terminé aquí? ¿En qué estaba pensando? Cuando nuestra mente funciona en “piloto automático”, nuestros movimientos se tornan mecánicos y repetitivos, de forma tal que podemos estar caminando en la calle con normalidad pero pensando en algo diferente.
Esta sensación de no saber cómo llegamos a un lugar es producto del “sobreaprendizaje” que se interioriza en el cerebro hasta el punto de actuar automáticamente sin prestar atención. Aquellas personas que sufren de “laguna temporal” suelen tener este tipo de inconvenientes.
El actuar mecánico también se puede ejemplificar en otros casos cuando olvidamos si echamos llave a la puerta o cerramos la llave del gas.
#3 – “¿De dónde me salió esta palabra?”
¿No sabes por qué dijiste esa palabra rebuscada o dónde la escuchaste? El cerebro en su infinita dimensión trabaja como un ordenador que almacena toda la información que recibe. Llegado el momento, y cuando la situación la amerite, lo único que hace es reproducir fluidamente todo lo que recibió.
La mayoría de las ideas que surgen de nuestra cabeza, incluyendo las más creativas e inusuales se originen necesariamente a raíz de lo que hemos visto, leído o escuchado. Puede que nadie más sea capaz de crear algo similar, pero siempre hay una premisa de conocimiento en el cerebro que sirve como inspiración.
4. – “¡Esto ya me pasó!”
¿Sientes que ya pasaste por una situación similar? La sensación de revivir ciertos fragmentos de la vida no es un problema de la mente, pero la causa detrás del “dèjá vu” hay un serio inconveniente que solucionar.
Este tipo de pensamientos suele presentarse en condiciones de estrés, agotamiento, tensión o enfermedad. Lejos de cualquier idea de “reencarnación” o “vida pasada”, el psicoanálisis postula que tales experiencias son consecuencia de un deseo reprimido o recuerdo relacionado con un acontecimiento estresante que dejó de ser accesible a la memoria y funciona como mecanismo de defensa para proteger vivencias traumáticas.
#5 – “Lo tengo en la punta de la lengua”
¿No recuerdas el nombre de tu artista favorito? ¿Se te olvidó esa palabrita específica? Nuevamente volvemos con los actos fallidos. Freud decía que cuando intentamos recordar un nombre solemos postular otros nombres parecidos o que guardan una relación.
De pronto, se nos vienen otras ideas o palabras pero no lo que estamos tratando de recordar. Quienes son más propensos a este fallo de memoria son las personas bilingües.
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