¿Cómo deben acompañar los padres a sus hijos en el estudio y la tarea?

En la actualidad, la educación en general está en el centro de numerosos debates. Uno de ellos, es el rol de las familias.

Desde las instituciones escolares reclaman un mayor compromiso de los padres o tutores con la actividad escolar de sus hijos. Por su parte, numerosos investigadores de la educación sostienen que los niños y jóvenes deben lograr la mayor autonomía posible en su vida escolar.

Estudiar en casa, padres y alumnos toman los libros

Los padres por su parte se debaten sobre cuál debe ser su rol con respecto a la escolarización de sus hijos. Las opiniones son tan diversas como diversa es la vida de cada familia; mientras para algunos padres sus hijos deberían tener menor cantidad de tareas diarias, para otros éstas no son suficientes y piensan que sus hijos no están siendo capacitados adecuadamente por la escuela.

En este punto, lo cierto es que cada niño/alumno es absolutamente único, su proceso madurativo por lo tanto también es único y las dificultades que muchas veces presenta durante el proceso de aprendizaje se debe simplemente a falta de madurez.

Hay que tener en cuenta, señalan los especialistas, que con el aprendizaje sucede lo mismo que con otros hitos de la crianza como la alimentación o el control de esfínteres. En este sentido, no podemos forzar a nuestros hijos a que logren algo para lo cual todavía no están preparados. Tampoco podemos hacer por ellos lo que tienen que lograr por sí mismos.

Entonces, ¿qué podemos hacer los padres en este aspecto?

Se pueden aplicar ciertas estrategias: demostrar firmeza, poner reglas claras, alentarlos. Durante todo el proceso de aprendizaje los padres deben acompañar a sus hijos con ciertas herramientas como por ejemplo:

Paciencia: se debe tener en cuenta que hay procesos que llevan un tiempo de aprendizaje mayor al pautado por las instituciones educativas. Los niños no son responsables de esa situación, por lo tanto se los debe acompañar, alentar y transmitirles confianza en sí mismos.

Tolerancia: es importante concebir al error como parte del proceso de aprendizaje. Los padres debemos alentar y tranquilizar a nuestros hijos en lugar de castigarlos por el mal desempeño. Muchas veces no hay una relación directa entre esfuerzo y resultado, será una manera de aprender a reconocer sus propias limitaciones.

Empatía: ponernos en lugar de nuestros hijos para comprenderlos es sumamente importante para favorecer experiencias positivas de aprendizaje y de esta manera proporcionarles contextos adecuados a sus verdaderas necesidades e intereses.

Guiarlo asertivamente: este tipo de ayuda es la recomendada, no hacer las cosas por ellos o ejercer de maestros ni supervisar meticulosamente su trabajo. Éstas son conductas negativas que pueden socavar la confianza en ellos mismos, su auto estima y por supuesto su autonomía, resultando frustrantes en el proceso de aprendizaje de los niños.

¿Cómo guiarlos asertivamente?

Consiste básicamente en darles apoyo en lo que más necesiten, pero con el objetivo de que lo vayan logrando por sí mismos. Teniendo en cuenta aquello que vemos que nuestros hijos pueden hacer bien, brindarles experiencias de éxito que les sirva como información (por ejemplo las tablas numéricas resueltas para que él resuelva multiplicaciones de dos cifras).

Al comprobar que pudieron hacer bien la primera, podrán realizar las demás solos organizando su trabajo. De esta manera colaboraremos con su autonomía, con la sensación de que pueden hacer algo por sí mismo sin la ayuda o asistencia de un adulto. De esta manera desarrollarán su autoestima, se sentirán motivados para el trabajo y satisfechos.

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